(Lucas 1,28: El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo»)
A María lancémosle rosas,
pues es de Cristo la Madre hermosa,
que por creer le llaman dichosa
y el Espíritu en ella se posa.
Alegres son las rosas gozosas,
muy importantes las dolorosas,
triunfantes son las rosas gloriosas,
y nos alumbran las luminosas.
Bendita es la Virgen donosa,
humilde, generosa y piadosa;
honremos hoy la madre amorosa
orando su Rosario con rosas.
Amén.
Amén.