Como un pollito

(Lucas 13,34: ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!)
Tuyo, de una nueva nidada,
yo quiero ser como un pollito,
un aprendiz, de los chiquitos,
que no sabe casi de nada;
y, cuando sale de tus alas
riesgosamente a lo proscrito,
atento acudes a mis gritos
y nuevamente me resguardas.

Amén.