Castigo

(Lucas 12,47: El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo)
El peor de todo castigo
por no haber sido un buen siervo,
no es tanto perder el puesto
ni el azote merecido;

es dejar de ser tu amigo
al convertirme en un necio
que implica perder el premio
de habitar siempre contigo;

Señor, ayuda te pido
para mantenerme atento,
tus instrucciones, siguiendo,
y mucha entrega al servicio.

Amén.