(Mateo 13,49: Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos)
Ayúdame a ser de los justos,
Señor, ahora, antes del cernido,
así no seré dirigido
al fuego para los injustos.
No es sólo un asunto de susto
por ese perenne castigo
al lado del malo enemigo
y eternos llantos de disgusto;
y eternos llantos de disgusto;
es por no perder ni un segundo
del amor que me ofreces, Cristo,
y que a tu lado yo conquisto
si te elijo a Ti ante el mundo.
¡Quiero ya ese premio futuro!
hazme vivirlo desde ahora;
acompáñame a toda hora,
sólo así lo obtengo seguro.
Amén.
sólo así lo obtengo seguro.
Amén.