Que sea yo el burrito

(Mateo 20,21: Ella le dijo: «Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda»)
Señor, que sea yo el burrito
y no quiera ser jinete
aunque el trabajo sea fuerte;
porque tu ejemplo yo imito
cuando al hermano le sirvo
y no poniendo grillete.

Amén.