Contigo no existirá el hambre

(Juan 6,35: Jesús les respondió: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed)
Contigo no existirá el hambre,
tampoco padeceremos sed;
a todos habrás de proveer
satisfaciendo necesidades;

pero no sólo las materiales
provistas por medio de Moisés,
también alimentando la fe
con los sustentos espirituales.

Como Pan te ha enviado tu Padre
para que te podamos comer;
manjar celestial, que es menester
para aquel que procura salvarse.

Amén.