Cuéntame las cosas del cielo

(Juan 3,13: Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre)
Señor, cuéntame las cosas del cielo;
qué digas, no me será un alboroto,
aunque a algunos parezca terremoto
porque oscura tienen su mente en velo.

No son para entender con simples sesos,
razonamientos complejos tampoco;
pues cualquier doctorado sería poco
si de incredulidad ya somos presos.

Tú me has pedido que nazca de nuevo;
pero de lo alto, y no de este foso;
que desechando lo pecaminoso
sea, de ti, en lo adelante, un renuevo.

Amén.