La oración que agrada a Dios

(Mateo 6,7: Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados)
La oración que agrada a Dios:
concisa, no palabrera;
en que reconozca de Él
su voluntad y grandeza,
en que pida por lo de hoy,
mañana oraré a la vuelta;
pedir también protección
contra el maligno que tienta;
siempre incluir el perdón;
pedir a Dios lo conceda
cuando yo también perdone,
sino me vendrá condena.
Por eso en una plegaria,
hoy hurgando en mi conciencia
lo relativo al perdón
que el Padrenuestro me expresa,
me sale del corazón:
Padre, perdona mi ofensa,
que no es una, son bastantes
algunas de ellas, inmensas;
ayúdame a sanar
personales diferencias
prolongadas en el tiempo
como interminables guerras
convertidas en costumbre,
ya no tanto por afrenta;
¡Señor, hazme perdonar,
para lograr tu clemencia!

Amén.