(Marcos 9,18: Cuando se apodera de él, lo tira al suelo y le hace echar espuma por la boca; entonces le crujen sus dientes y se queda rígido. Le pedí a tus discípulos que lo expulsaran pero no pudieron)
No se puede lograr mucho
con fe y oración ausentes;
es por eso que te pido,
Señor, que mi fe incrementes;
porque la amenaza existe,
y aunque no rechine dientes
yo, como aquel epiléptico
ni en el suelo me revuelque,
el maligno está al acecho
y en cualquier momento agrede;
con éxito combatirlo
lo logra sólo quien cree
en Ti y te habla en oración;
Señor, ese, en Ti le vence.
Crezca yo en fe y oración,
Señor; sé que Tú lo quieres
y también que ayude a otros;
por todo eso elevo preces.
Amén.
es por eso que te pido,
Señor, que mi fe incrementes;
porque la amenaza existe,
y aunque no rechine dientes
yo, como aquel epiléptico
ni en el suelo me revuelque,
el maligno está al acecho
y en cualquier momento agrede;
con éxito combatirlo
lo logra sólo quien cree
en Ti y te habla en oración;
Señor, ese, en Ti le vence.
Crezca yo en fe y oración,
Señor; sé que Tú lo quieres
y también que ayude a otros;
por todo eso elevo preces.
Amén.