Tu Santo Espíritu, dame

(Marcos 3,29: Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre)
En mentes siempre hay revuelo,
fe y duda están en combate;
tuyo sea mi pensamiento:
tu Santo Espíritu, dame.

Fluidez al hablar no tengo
puedo errar al expresarme
Señor, orienta mi verbo:
tu Santo Espíritu, dame.

Con tu Espíritu por dentro,
buen guía tiene mi carne;
es por eso que te ruego:
tu Santo Espíritu, dame.

Amén.