Aunque no somos de Galilea

(Marcos 3,13: Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso)
Aunque no somos de Galilea
ni parientes de aquellos doce,
para que esto se desempoce
y católica la Iglesia sea,
que nos amemos, Jesús desea,
no haya disgusto, tampoco roce;
y eso sólo el corazón conoce
cuando el Espíritu se menea.
Evangelizar, nuestra, es tarea;
que a cada uno esto alboroce:
la acción de Dios a todos reboce
y a Jesucristo hoy el mundo vea
para que su Palabra arda como tea
y el universo con ella goce.

Amén.