Dicen que cuando cubre la pureza
una frente de virgen con su velo
suaves miradas le dirige al cielo,
y le dan las estrellas su belleza.
Pero si el vicio mancha su limpieza
vertiendo en ella su funesto hielo,
levanta el ángel de su guarda el vuelo
y Dios torna a otro lado la cabeza.
Yo en el mundo soy joven y soy pura;
Divino Salvador, Dios poderoso,
contémplenme tus ojos con ternura.
Y que el ángel me guarde cuidadoso,
pues cayera a tus pies agonizante
si Tú al verme volvieras el semblante.