El don del entendimiento
y la disposición del corazón,
estamos ahora, Señor,
de tu Espíritu pidiendo;
para que en este momento
en que leemos en oración
el mensaje de salvación
nos haga, de él, fermento,
anunciándolo a los cuatro vientos
sin miedo a la persecución.
Amén.
1. Lectura
a) Texto del día
Juan 12,20-33: En aquel tiempo, había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta. Éstos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: «Señor, queremos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Él les respondió: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo de hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.
Ahora mi alma está turbada. Y ¿que voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto! Padre, glorifica tu Nombre». Vino entonces una voz del cielo: «Le he glorificado y de nuevo le glorificaré». La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel». Jesús respondió: «No ha venido esta voz por mí, sino por vosotros. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí». Decía esto para significar de qué muerte iba a morir.
Juan 12,20-33: En aquel tiempo, había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta. Éstos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: «Señor, queremos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Él les respondió: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo de hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.
Ahora mi alma está turbada. Y ¿que voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto! Padre, glorifica tu Nombre». Vino entonces una voz del cielo: «Le he glorificado y de nuevo le glorificaré». La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel». Jesús respondió: «No ha venido esta voz por mí, sino por vosotros. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí». Decía esto para significar de qué muerte iba a morir.
b) Contexto histórico y cultural
Este pasaje acontece luego de la entrada de Jesús y sus discípulos en Jerusalén, donde habían acudido con motivo de la fiesta de Pascua. Las horas de la Pasión se acercan.
2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)
Esa hora
Ya pronto llega esa hora
por la que viniste al mundo,
que creerán muerte sin fruto
pero que será de gloria.
Turbación de quien se dona;
momento frágil, mas no luto,
pero el Cielo no está mudo
pues el Padre a Ti te honra.
En tu entrega salvadora,
al subir el cuerpo tuyo,
como, del incienso, el humo,
será la cruz redentora.
Ya pronto llega esa hora
por la que viniste al mundo,
que creerán muerte sin fruto
pero que será de gloria.
Turbación de quien se dona;
momento frágil, mas no luto,
pero el Cielo no está mudo
pues el Padre a Ti te honra.
En tu entrega salvadora,
al subir el cuerpo tuyo,
como, del incienso, el humo,
será la cruz redentora.
3. Oración
Martirio
El martirio es simiente
cuando lo es por Jesús,
pues produce creyentes,
grandiosa multitud.
Es ocaso aparente
pero lleno de luz,
y por eso aborrece
el maligno a la cruz.
Es vida trascendente
obtenida en virtud
de la entrega donante
como lo hizo Jesús.
Es un fruto perenne,
para muchos salud;
es todo, menos muerte;
junto a Dios, subes tú.
Amén.
El martirio es simiente
cuando lo es por Jesús,
pues produce creyentes,
grandiosa multitud.
Es ocaso aparente
pero lleno de luz,
y por eso aborrece
el maligno a la cruz.
Es vida trascendente
obtenida en virtud
de la entrega donante
como lo hizo Jesús.
Es un fruto perenne,
para muchos salud;
es todo, menos muerte;
junto a Dios, subes tú.
Amén.
4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).
5. Acción
A seguir y servir a Jesús
se me invita en este día;
esa es mi acción,
con la ayuda de Dios.
Amén.
se me invita en este día;
esa es mi acción,
con la ayuda de Dios.
Amén.