Lectura orante del Evangelio del Domingo (Ciclo B) de la Semana 2 de Cuaresma: Marcos 9,2-10


Al orar los Santos Textos

Al orar los Santos Textos,
tu Espíritu Santo dame,
para que en mi derrame
sus dones manifiestos,
y yo acepte bien dispuesto
lo que hoy se me proclame,
Señor, con tu mensaje,
y lo viva bien contento.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Marcos 9,2-10: En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo. Se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús.

Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»; pues no sabía qué responder ya que estaban atemorizados. Entonces se formó una nube que les cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado, escuchadle». Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos.

Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.

b) Contexto histórico y cultural

Luego de haber recorrido ampliamente la región de Galilea, con eventuales incursiones en los territorios paganos aledaños, Jesús está a punto de emprender un crucial viaje a la región de Judea y a la capital Jerusalén, donde le espera la cruz. En este pasaje de la transfiguración, el objetivo de Jesús es mostrar un avance de su gloria a los tres discípulos más cercanos a él, para fortalecer la fe de ellos, ante la prueba que habrían de pasar al tener que ver a su maestro sufriendo en la cruz.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

De tus amigos, aquel terror

De tus amigos, aquel terror,
quisiera tenerlo en mi memoria:
Moisés y Elias, sagrada historia;
tus vestiduras en resplandor;
desde la nube, la voz tenor
que, de tu Palabra, la victoria,
ya anunciaba como trayectoria
de poder vencer al tentador.

Transfigúrame a mi, por favor,
te pido, como pausa expiatoria
que sea una linea divisoria
y, con fe, seguirte con ardor;
y, lleno de Ti, tras el sopor
habiendo contemplado tu gloria,
a todos, con jubilosa euforia,
anunciarles que Tú eres Señor.

Amén.

3. Oración

Contemplar

Señor, ¡contemplar, pueda yo, tu gloria!;
manifiéstate a mi como a aquellos tres
y ese anticipo que diste en la historia
a ellos, también a mí Tú me lo des
hoy, y que sea constante esa euforia.

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A escuchar al Hijo amado del Padre,
y a contemplar su gloria,
estoy llamado en este día.
Tu Santo Espíritu me ayude a hacerlo, Señor.
Amén.