Noche de la ciudad. Dios está cerca.
Entre tantas orillas
yo ensayo mis palabras:
son sólo cercanías.
Las miradas, los árboles
se alzan, se acercan, vibran
junto a la noche unánime
donde el verso se afirma.
¿A qué? ¿Por qué? ¿Quién habla...?
En el silencio giran
las estrellas, los nombres.
Dios es Dios en la cima.