Lectura orante del Evangelio del Lunes de la Semana 31 del Tiempo Ordinario: Lucas 14,12-14


Que tu Espíritu Santo, Señor, nos dé la capacidad de entendimiento del texto de tu Palabra que oraremos ahora, para que, acogiéndolo en nuestro interior, nos dispongamos a incorporarlo como parte de la vida de cada uno de nosotros. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Lucas 14,12-14: En aquel tiempo, Jesús dijo también a aquel hombre principal de los fariseos que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos».

b) Contexto histórico y cultural

Luego de una confrontación inicial, continúan las sabias palabras de Jesús al grupo de fariseos que lo ha invitado a un banquete; la caridad no puede estar ausente en nuestras acciones, incluso en las festivas, nos enseña el texto del pasaje de hoy.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

La caridad

La caridad con el que no tiene
debe ser tema de reflexión,
pues motivo es de preocupación
la gran desigualdad existente.

Hay quien se come todo un banquete,
atiborrándose el barrigón;
otro, en su panza, tiene vapor,
y en el bolsillo sólo un boquete.

No sólo es un asunto del vientre,
sobre todo lo es del corazón;
pero en una rara relación:
el vientre lleno, amor no siente.

Es dichoso aquel que se conduele
del pobre y le tiene compasión;
su limosna será en oblación
para aquel nacido en el pesebre.

Amén.

3. Oración

Caridad me pides

Caridad me pides, caridad te pido;
si caridad concedo, caridad recibo;
cuando, del pobre, atiendo el quejido,
entonces por ti, mi Señor, soy querido.

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A la caridad con el pobre necesitado
y a la misericordia con el desvalido
estoy invitado en este día;
es mi acción, con tu ayuda, Señor.
Amén.