Lectura orante del Evangelio del Domingo (Ciclo A) de la Semana 29 del Tiempo Ordinario: Mateo 22,15-21


Danos en este momento, Señor, la abundancia de tu Espíritu Santo, para que al orar con tu Palabra podamos entender el mensaje que Tú quieres que nosotros recibamos hoy, y para que lo recibamos de tal modo que sea parte de nuestro diario vivir, para siempre. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 22,15-21: En aquel tiempo, los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?». Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo». Ellos le presentaron un denario. Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?». Dícenle: «Del César». Entonces les dice: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios».

b) Contexto histórico y cultural

Jesús se encuentra en el Templo de Jerusalén, donde además de enseñar, realiza prodigios, y sus sabias palabras no han podido ser rebatidas por sus férreos opositores; es entonces que éstos recurren a la trampa y al ardid, haciéndole preguntas a ver si pueden hacerle caer en respuestas que provoquen situaciones que le sean perjudiciales. El tributo a que se refieren era odiado por los nacionalistas judíos, por ser un símbolo de la opresión; pero era obligatorio, en virtud de la situación colonial de ellos, respecto a Roma.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

El impuesto

Por un tiempo puede un rey gobernar,
incluso hasta actuar como un dictador;
pero, por siempre, hay un sólo Señor
que no oprime, pues nos quiere aliviar.

Mientras al primero hay que tributar,
muy diferente es Dios, que es el dador;
aunque Él se merece todo el honor,
su único impuesto consiste en amar.

3. Oración

Tributo

Tributo imponen los reyes
y dirigentes de estados
a todos sus gobernados,
tratándolos como bueyes.
Dios tiene inversas las leyes:
a Él le gusta tributar;
su vital ley es amar,
la moneda es el amor
y su Hijo el repartidor;
¡de ese tributo, a dar!

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A dar el primer lugar a Dios en mi vida,
estoy llamado en este día.
Esa es mi acción,
con tu ayuda, Señor.
Amén.