1. Lectura
a) Texto del día
Mateo 22,15-21: En aquel tiempo, los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?». Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo». Ellos le presentaron un denario. Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?». Dícenle: «Del César». Entonces les dice: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios».
Mateo 22,15-21: En aquel tiempo, los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?». Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo». Ellos le presentaron un denario. Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?». Dícenle: «Del César». Entonces les dice: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios».
b) Contexto histórico y cultural
Jesús se encuentra en el Templo de Jerusalén, donde además de enseñar, realiza prodigios, y sus sabias palabras no han podido ser rebatidas por sus férreos opositores; es entonces que éstos recurren a la trampa y al ardid, haciéndole preguntas a ver si pueden hacerle caer en respuestas que provoquen situaciones que le sean perjudiciales. El tributo a que se refieren era odiado por los nacionalistas judíos, por ser un símbolo de la opresión; pero era obligatorio, en virtud de la situación colonial de ellos, respecto a Roma.
2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)
El impuesto
Por un tiempo puede un rey gobernar,
incluso hasta actuar como un dictador;
pero, por siempre, hay un sólo Señor
que no oprime, pues nos quiere aliviar.
Mientras al primero hay que tributar,
muy diferente es Dios, que es el dador;
aunque Él se merece todo el honor,
su único impuesto consiste en amar.
Por un tiempo puede un rey gobernar,
incluso hasta actuar como un dictador;
pero, por siempre, hay un sólo Señor
que no oprime, pues nos quiere aliviar.
Mientras al primero hay que tributar,
muy diferente es Dios, que es el dador;
aunque Él se merece todo el honor,
su único impuesto consiste en amar.
3. Oración
Tributo
Tributo imponen los reyes
y dirigentes de estados
a todos sus gobernados,
tratándolos como bueyes.
Dios tiene inversas las leyes:
a Él le gusta tributar;
su vital ley es amar,
la moneda es el amor
y su Hijo el repartidor;
¡de ese tributo, a dar!
Amén.
Tributo imponen los reyes
y dirigentes de estados
a todos sus gobernados,
tratándolos como bueyes.
Dios tiene inversas las leyes:
a Él le gusta tributar;
su vital ley es amar,
la moneda es el amor
y su Hijo el repartidor;
¡de ese tributo, a dar!
Amén.
4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).
5. Acción
A dar el primer lugar a Dios en mi vida,
estoy llamado en este día.
Esa es mi acción,
con tu ayuda, Señor.
Amén.
estoy llamado en este día.
Esa es mi acción,
con tu ayuda, Señor.
Amén.