Lectura orante del Evangelio del Viernes de la Semana 16 del Tiempo Ordinario: Mateo 13,18-23


De tu Espíritu, pedimos dones

De tu Espíritu, pedimos dones,
Jesús, Señor de las naciones;
para que nuestros corazones
sus desvíos abandonen,
reciban con buenas intenciones
la Palabra que hoy propones,
y tras nuestras oraciones
la conviertan en acciones.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 13,18-23: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino. El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría; pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumbe enseguida. El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta».

b) Contexto histórico y cultural

Jesús explica en privado a sus discípulos el significado de la parábola del sembrador, que había pronunciado a toda la muchedumbre. La condición de discípulos les privilegia en la enseñanza, ya que su tarea habrá de ser mas intensa cuando el Maestro les envíe a anunciar la Buena Noticia; entonces a ellos les corresponderá explicar la Palabra a todos.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Tengo que preparar un terreno

Tengo que preparar un terreno
en una finca, por mi, maltrecha;
pues, si no hay abundante cosecha,
tendré que rendir cuentas al dueño.

Para que nuevamente sea bueno,
con oración sacaré las piedras,
bendición abonará la tierra
y, conversión, el modo de riego.

Y ya siendo fecundo ese suelo
producirá por uno, no treinta,
y hasta poco que serían sesenta,
pues se puede esperar hasta un ciento.

Amén.

3. Oración

Enséñame

Ahora enséñame, Maestro,
qué significa todo esto
que en público has expuesto,
pues aunque no soy muy diestro,
aprendo y a otros muestro;
clase personalizada
sobre tu Palabra dada
en que tu Espíritu ayuda
esclareciendo la duda;
de Él, dame una riada.

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A ser tierra buena,
donde la Palabra de Dios
se siembre y dé abundante frutos,
estoy invitado en este día;
es mi acción,
con tu ayuda Señor.
Amén.