1. Lectura
a) Texto del día
Mateo 11,28-30: En aquel tiempo, Jesús dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».
Mateo 11,28-30: En aquel tiempo, Jesús dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».
b) Contexto histórico y cultural
Jesús acaba de recriminar las ciudades de la región de Galilea por donde ha predicado profusamente con una cantidad de milagros impresionante, pero que se han resistido a la conversión; en contraposición, hace este llamado a los que están cansado para que acudan a él, con una invitación a imitarle en la sencillez, es decir en la mansedumbre y la humildad.
2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)
Yugo que libera
El tuyo, es yugo que libera
y que a la vez provee descanso;
todavía más: es un remanso,
pues, a Ti, es atadura buena.
Tu carga no sólo es ligera,
con ella no existe cansancio;
me ha librado de un duro fardo,
pues pesada era mi cadena.
Como Maestro, Tú que enseñas,
quieres que yo siga tus pasos:
humildad y también ser manso,
me has asignado de tarea.
Amén.
El tuyo, es yugo que libera
y que a la vez provee descanso;
todavía más: es un remanso,
pues, a Ti, es atadura buena.
Tu carga no sólo es ligera,
con ella no existe cansancio;
me ha librado de un duro fardo,
pues pesada era mi cadena.
Como Maestro, Tú que enseñas,
quieres que yo siga tus pasos:
humildad y también ser manso,
me has asignado de tarea.
Amén.
3. Oración
Lo he intentado
pero aún no he podido, Señor;
ven y transfórmame
con una dosis de mansedumbre
rebosante de humildad,
pues agotada está mi alma
y necesita descansar en ti.
Amén.
pero aún no he podido, Señor;
ven y transfórmame
con una dosis de mansedumbre
rebosante de humildad,
pues agotada está mi alma
y necesita descansar en ti.
Amén.
4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).
5. Acción
A acudir a Jesús,
a descansar en Él,
tomando su suave yugo
y su ligera carga,
estoy invitado desde hoy;
es mi acción,
con la ayuda de Dios.
Amén.
a descansar en Él,
tomando su suave yugo
y su ligera carga,
estoy invitado desde hoy;
es mi acción,
con la ayuda de Dios.
Amén.