Lectura orante del Evangelio del Domingo (Ciclo A) de la Semana 12 del Tiempo Ordinario: Mateo 10,26-33


Tu Santo Espíritu pedimos, Señor, al orar con tu Palabra, para que nuestra mente y nuestro corazón sean purificados para entender y acoger el mensaje que Tú nos quieres comunicar con el Evangelio de este día, y para convertirlo en obra en nuestro diario accionar. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 10,26-33: En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: «No tengáis miedo a los hombres. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados.

Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos.

Porque todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos».

b) Contexto histórico y cultural

En el Evangelio según San Mateo, el capítulo 10 ha sido denominado por algunos como el "Discurso Apostólico"; la razón de ello es que contiene una recopilación de instrucciones y estímulos que Jesús dirige a un grupo de sus discípulos que Él acaba de constituir en Apóstoles, que significa enviados; precisamente para llevar a cabo esa función: salir, enviados por Jesús, a proclamar la Buena Noticia del Reino de Dios que Jesús ha venido a hacer presente en la tierra. Ese envío implica riesgos, pero Jesús infunde confianza para la misión. Esa es la esencia del texto de hoy.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Como el pajarillo

Como a un pajarillo adorable,
además de sencillo, esplendoroso,
y que emprende su vuelo ante el acoso,
así protege Dios al vulnerable
pues con él, el Señor, siempre es graciable.
Yo no tengo por qué estar temeroso
aunque hondo ya esté dentro de un foso,
y planeándose estén maquinaciones
o haya en mi contra perversas acciones;
que un ave, para Dios, soy más valioso.

3. Oración

No quiero prometerte como Pedro

No quiero prometerte como Pedro,
de Iglesia, roca; aunque tuvo miedo;
más bien te pido que me des la fuerza
de tu Espíritu en cada prueba,
para poder vencer mis propios miedos;
y ser fiel a ti, siempre sea mi credo.

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A perseverar y a confiar en el Señor
para enfrentar la persecución;
a ser firme y no negar a Jesús,
estoy invitado en este día;
es mi acción por siempre,
con tu ayuda, Señor.
Amén.