Lectura orante del Evangelio del Lunes de la Semana 12 del Tiempo Ordinario: Mateo 7,1-5


Contigo quiero leer

Espíritu Santo ven,
dame tu divino saber,
pues contigo quiero leer
la Palabra de Dios para mi bien;
pues, yo sólo, no soy quien,
su misterio pueda entender;
haz que la pueda acoger
y la convierta en mi sostén.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 7,1-5: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: ‘Deja que te saque la brizna del ojo’, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano».

b) Contexto histórico y cultural

Continúan las enseñanzas de Jesús a sus discípulos y a toda la muchedumbre que le ha seguido al monte, donde les dirige el Sermón de la Montaña; no juzgar, para no ser juzgados, es el tema del pasaje de hoy.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Especialista en otros

Como especialista en otros
mi trabajo es minucioso
rastreo lo defectuoso:
lista de peros estotros;

busco sucio, polvo, piojo,
tacha y desperfecto todo,
hasta considerar lodo
una paja en cualquier ojo.

Yo mismo no me inspecciono
pues todavía no estoy loco;
en mi ojo una viga es poco;
¡no importa!; no lo menciono.

3. Oración

¿Por qué juzgo tanto?

¿Por qué juzgo tanto?
Oh, Señor, controla
ojos, mente y boca,
con los que quebranto;

y así evito el llanto
del hermano ahora,
y el mío en mi hora;
¡yo quiero ser santo!

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A no juzgar,
se me invita hoy;
a controlar la mente,
a tolerar con paciencia los defectos ajenos,
entendiendo que yo también tengo muchos;
esa es mi acción,
desde hoy,
con la ayuda de Dios.
Amén.