Lectura orante del Evangelio del Lunes de la Semana 9 del Tiempo Ordinario: Marcos 12,1-12


En este momento de oración con tu Palabra, te pedimos, Señor, la acción de tu Espíritu Santo en nosotros para entender correctamente el sentido del mensaje que en este día nos trae tu Evangelio, y para que nuestro corazón lo acoja de modo que nos dispongamos a convertirlo en obra en la vida de cada uno de nosotros. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Marcos 12,1-12: En aquel tiempo, Jesús comenzó a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó.

Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías. De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron. Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros. Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán’. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: ‘Éste es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia’. Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña.

¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros. ¿No habéis leído esta Escritura: ‘La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?’».

Trataban de detenerle —pero tuvieron miedo a la gente— porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron.

b) Contexto histórico y cultural

Este pasaje acontece en el Templo de Jerusalén, donde Jesús ha entrado de modo triunfal a la ciudad y luego ha expulsado a los cambistas y a los vendedores de palomas del Templo; esto ha irritado a los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, quienes, de forma hostil, se acercan al Señor para cuestionar sobre su autoridad para hacer esas cosas.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

No podían quedarse con la viña

No podían quedarse con la viña
esos malvados arrendatarios;
aunque maltrataran emisarios
y al Hijo recibieran con riña;

pues con aquella muerte oblativa,
acontecida allá en el calvario,
la viña ahora tiene un sagrario
y ya pasó a ser bien productiva,
pues cambiaron a la directiva
por otra fiel a su propietario.

3. Oración

Tú que eres la piedra angular

Tú que eres la piedra angular,
anéxame al edificio;
el que, por tu sacrificio,
alberga de Dios, el altar.

Pero mi consistencia es banal,
no estoy hecho de silicio;
por favor hazme propicio,
y digno como un pedernal.

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A reconocer a Cristo, como la vía al Padre;
a imitarle, sin señalar a otros por sus pecados,
estoy invitado en este día.
Con tu ayuda lo haré, Señor.
Amén.