Lectura orante del Evangelio del Miércoles de la Semana 3 de Cuaresma: Mateo 5,17-19


Concédenos, Señor, la abundancia del Espíritu Santo en este tiempo que dedicaremos a orar con tu Palabra, para que podamos captar adecuadamente el mensaje que nos envías con ella, y que animosos nos dispongamos a convertirlo en obra en nuestra vida. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 5,17-19: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos».

b) Contexto histórico y cultural

Dirigiéndose a sus discípulos conjuntamente con la muchedumbre en el sermón de la montaña, luego de haber enunciado las bienaventuranzas, antes de continuar con sus enseñanzas, Jesús especifica que éstas no contradicen la ley, sino que le dan el pleno y correcto significado.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Graba en mí tus mandamientos

Graba en mí tus mandamientos, Señor,
no por escrito, por si ya no leo;
que tampoco sea algún video,
ni una lista para algún lector.

Que queden guardados en mi interior
y me hagan vivir lo que yo creo,
aunque nunca como un fariseo
sino como Tú lo pides, Señor.

Esas no son leyes de exhibición
para ostentarse como algún trofeo
ni se guardan dentro de un museo;
son para vivir desde el corazón.

Amén.

3. Oración

Ayúdame, Señor, a cumplir tus leyes
para poder andar por tus caminos;
y que cuando instruya a alguien
lo haga de acuerdo a tu doctrina
sin quitar un punto ni una tilde,
sino de acuerdo a tu enseñanza.
Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A apegarme a los mandatos del Señor,
a sus enseñanzas, que son basadas en la ley de Dios,
estoy invitado en el día de hoy.
Amén.