Lectura orante del Evangelio del Jueves de la Semana 3 de Cuaresma: Lucas 11,14-23


En este tiempo que dedicaremos a la oración con tu Palabra, pedimos, Señor, la acción de tu Espíritu Santo en nosotros, para interpretar rectamente lo que nos quieres transmitir con ella, a la vez de aplicarla en nuestra vida. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Lucas 11,14-23: En aquel tiempo, Jesús estaba expulsando un demonio que era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las gentes se admiraron. Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios». Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?, porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama».

b) Contexto histórico y cultural

Luego de instruir a sus discípulos acerca de la oración, Jesús realiza un exorcismo  ante una muchedumbre que queda admirada por la acción; sin embargo, algunos pretenden sembrar la duda con la extraña aseveración de vincular al Señor con el demonio.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

La señal

Tú eres, Señor, la señal
que del cielo el Padre ha enviado;
al Hijo, aquel que ha bajado,
pedirle un signo es tentar.

¿Qué más señal hay?: amar
a quien no le eres agrado
y que, aun estando en pecado,
Tú lo viniste a salvar;

y la señal especial:
tu cruz, sacrificio santo
con que hemos sido amados,
señal de amor y bondad.

Amén.

Fe

De la gracia, como activista,
Jesús, libera a los posesos,
la salud da a muchos enfermos,
y otorga a los ciegos la vista;
la emprende bien firme y sin prisa
invitándonos con su ejemplo.

Si aspiramos ir a su Reino
el que cree en Él, tiene la visa;
y la fe en Él es cosa de vida:
amar a Dios, el único bueno,
y estar presto al dolor ajeno;
ahí está el pasaje de ida.

Amén.

Cuídate

Cuídate de algunas "ayudas",
porque pueden tener su veneno
para conducirte al infierno,
si es que tu creencia se muda.
En mi, no podrán sembrar la duda,
tampoco abonar el terreno;
que ni traten lavar mi cerebro,
porque mi fe ya no es tan cruda.

Amén.


3. Oración

Quiero, Señor,
creer y confiar en ti,
y estar siempre contigo;
nunca contra ti, Jesús,
para no desparramar.
Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A confiar en el Señor,
a no tentarle,
y a estar con Él,
estamos invitados
en nuestra vida de fe.
Eso haré, con la ayuda de Dios.
Amén.