Lectura orante del Evangelio del Lunes de la Semana 2 de Cuaresma: Lucas 6,36-38


Señor, en este momento en que nos disponemos a orar con tu Palabra, pedimos tu Espíritu Santo para que nos auxilie en el entendimiento del mensaje que nos traes, y para que nos anime a vivirlo, convirtiéndolo en obra en nuestro desenvolvimiento cotidiano. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Lucas 6,36-38: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá».


b) Contexto histórico y cultural

En la redacción del Evangelio según San Lucas, el sermón de la llanura es una versión abreviada del sermón de la montaña descrito en el Evangelio según San Mateo. El pasaje de hoy proviene de ese contexto lucano que, como su paralelo en Mateo, contiene importantes orientaciones para la vida y para la convivencia fraterna y comunitaria, que son parte de la esencia de la doctrina cristiana.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

La compasión

La compasión debe ser guía
en el trato entre los hermanos;
para que todos los humanos
convivamos en armonía.

Evitar juzgar en la vida,
para tampoco ser juzgado;
porque hacerlo es arriesgado,
y así evitaremos porfía.

No condenar ni por falsía,
si no quieres ser condenado;
porque puedes estar errado
y serías tú quien se hundiría.

Perdona siempre, cada día,
y entonces serás perdonado;
dejar las ofensas de lado
hace que el mundo sonría.

Cuando des, hazlo sin medida,
así recibirás de todo;
porque si tú aplicas el codo,
tu entrada no será fluida.

Amén.

3. Oración

Te pido, Señor, que me ayudes a ser compasivo,
tanto con el necesitado material,
como con el necesitado espiritual;
dar al que no tiene,
llorar con el que llora,
sufrir con el que sufre,
reír, con el ríe.
Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A la compasión se me invita hoy;
ser compasivo,
como el Padre es compasivo;
eso haré, con la ayuda de Dios.
Amén.