Lectura orante del Evangelio del Sábado de la Semana 5 del Tiempo Ordinario: Marcos 8,1-10


Que este momento de oración con tu Palabra sea bajo la acción de tu Santo Espíritu, Señor; para que cuanto nos haya de transmitir tu mensaje, podamos ser animados a convertirlo en obra en nuestra vida. Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Marcos 8,1-10: En aquel tiempo, habiendo de nuevo mucha gente con Jesús y no teniendo qué comer, Él llama a sus discípulos y les dice: «Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos». Sus discípulos le respondieron: «¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto?». Él les preguntaba: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos le respondieron: «Siete».

Entonces Él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó que también los sirvieran. Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas. Fueron unos cuatro mil; y Jesús los despidió. Subió a continuación a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.

b) Contexto histórico y cultural

La multiplicación de los panes es uno de los pasajes que son narrados en los cuatro Evangelios. Acontece en un lugar despoblado, sin fuente alguna de alimentación para la multitud que le seguía a escuchar sus palabras y recibir el beneficio de la sanación con que habitualmente acompañaba su predicación. La misericordia le mueve a realizar este signo.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

De aquellos panes y peces

De aquellos panes y peces,
que cuando las gracias dices
y que al multiplicarse les diste,
quisiera comer por siempre.

Con ese abasto tú puedes
satisfacer mis ansias tristes;
como a un canario ante alpiste,
que sólo al comer no muere.

No es que la gusa me afecte
ni fue la porción que me diste;
fue lo que por nosotros sentiste
que le dio un sabor diferente.

Con sazón de quien compadece
es que alimentando bendices,
y hartos de amor nos despides
para que contagiemos tu gente.

3. Oración

Aliméntame, Señor,
con tu presencia,
con tu Palabra,
con tu Cuerpo y tu Sangre,
por siempre.
Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

A acudir a la presencia de Jesús
en su Palabra y en los Sacramentos
estoy invitado en este día;
me ayude Dios a eso hacer.
Amén.