1. Lectura
a) Texto del día
Marcos 8,11-13: En aquel tiempo, salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal». Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.
Marcos 8,11-13: En aquel tiempo, salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal». Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.
b) Contexto histórico y cultural
Luego de la multitudinaria, y por tanto agotadora, multiplicación de los panes, Jesús se retira a la región de Dalmanuta que no ha sido ubicada por los estudiosos, pero que el texto nos indica que estaba ubicada en la ribera del lago de Genesaret. Aquí los fariseos le reciben con una actitud bastante hostil.
2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)
Sí, les diste una señal
Sí, les diste una señal
y fue tu propia presencia,
del Padre, divina esencia,
cuando viniste a salvar.
Pero al quererte tentar,
débil eres, ellos piensan,
y sus intenciones muestran:
pronto matarte querrán.
Yo no te pido señal;
me aparto de esa condena
por necio, al ponerte a prueba.
¡Tu amor!, ¿qué más he de buscar?
Amén.
Sí, les diste una señal
y fue tu propia presencia,
del Padre, divina esencia,
cuando viniste a salvar.
Pero al quererte tentar,
débil eres, ellos piensan,
y sus intenciones muestran:
pronto matarte querrán.
Yo no te pido señal;
me aparto de esa condena
por necio, al ponerte a prueba.
¡Tu amor!, ¿qué más he de buscar?
Amén.
3. Oración
Que tu profundo gemido,
Señor, no sea por mi falta de fe;
que en ti, pueda yo siempre creer,
y a tu lado permanecer siempre contigo.
Amén.
Señor, no sea por mi falta de fe;
que en ti, pueda yo siempre creer,
y a tu lado permanecer siempre contigo.
Amén.
4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).
5. Acción
A confiar ciegamente en Dios
estoy invitado en este día;
ayúdame, Señor, aunque creo,
fortalece y aumenta mi fe.
Amén.
estoy invitado en este día;
ayúdame, Señor, aunque creo,
fortalece y aumenta mi fe.
Amén.