Lectura orante del Evangelio del 26 de Diciembre - San Esteban: Mateo 10,17-22


Al leer en oración

El don del entendimiento
y la disposición del corazón,
estamos ahora, Señor,
de tu Espíritu pidiendo;
para que en este momento
en que leemos en oración
el mensaje de salvación
nos haga, de él, fermento,
anunciándolo a los cuatro vientos
sin miedo a la persecución.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 10,17-22: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus Apóstoles: «Guárdense de los hombres, porque les entregarán a los tribunales y les azotarán en sus sinagogas; y por mi causa serán llevados ante gobernadores y reyes, para que den testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando les entreguen, no ses preocupen de cómo o qué van a hablar. Lo que tengan que hablar se les comunicará en aquel momento. Porque no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre el que hablará en ustedes. Entregarán a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y serán odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará».

b) Contexto histórico y cultural

La ubicación de la Fiesta litúrgica del martirio del diácono Esteban en el tiempo de Navidad, que estamos celebrando, podría parecer una incongruencia. Pero la sangre de este primer mártir cristiano es un preludio de lo que tendría que vivir la Iglesia al profesar su fe en el Señor Jesús, cuya venida era esperada, y que culminó su misión en la tierra redimiéndonos en la cruz, derramando su propia sangre, antes de triunfar con su resurrección gloriosa.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Martirio

El martirio es simiente
cuando lo es por Jesús,
pues produce creyentes,
grandiosa multitud.

Es ocaso aparente
pero lleno de luz,
y por eso aborrece
el maligno a la cruz.

Es vida trascendente
obtenida en virtud
de la entrega donante
como lo hizo Jesús.

Es un fruto perenne,
para muchos salud;
es todo, menos muerte;
junto a Dios, subes tú.

Amén.

3. Oración

Dame la fortaleza, Señor,
para enfrentar a los que se oponen a tu Evangelio;
también la capacidad de soportar
incluso la persecución
por causa de tu nombre.
Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

Proclamarte como Señor,
sin importar las consecuencias,
es mi compromiso hoy;
perdonar a los contrarios,
como lo hizo Esteban,
debe ser parte de mi vida.
Amén.