Lectura orante del Evangelio de la Fiesta de San Andrés, Apóstol: Mateo 4,18-22



A los Apóstoles, tu Espíritu les dio dones

A los Apóstoles, tu Espíritu les dio dones,
para que cumpliesen sus misiones;
en esta fiesta de uno de tus enviados
queremos también ser afortunados,
y que tu Santo Espíritu nos de sus dones
al orar el Evangelio que hoy nos propones,
para que captemos el mensaje claro
y que en nuestra vida sea aplicado.

Amén.

1. Lectura

a) Texto del día

Mateo 4,18-22: En aquel tiempo, caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.

b) Contexto histórico y cultural

Andrés, el Apóstol, era un pescador de oficio, hermano de Simón, de la misma profesión y posteriormente llamado Pedro por Jesús; al igual que su hermano era galileo, probablemente de la ciudad de Betsaida. Una antigua tradición considera que fue crucificado en Patras, Grecia, en una cruz en forma de X.

2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)

Apóstoles

Apóstoles, los emisarios,
que en esa divina misión
anunciaron la salvación
a un mundo muy necesitado;
al momento de ser llamados
escucharon la viva voz
del mismo Cristo, Hijo de Dios,
convirtiéndoles en enviados;
y, aceptando aquel encargo,
bendita fue la decisión;
sin consulta ni discusión
no hubo que esperar ni un rato.
Ahora somos el reemplazo,
apóstoles del mundo de hoy;
les pedimos su intercesión
para realizar el trabajo
como lo hizo el grupo de antaño,
y que yo mismo, hoy, diga "voy"-

Amén.

3. Oración

Ven y sígueme

"Ven y sígueme", oí,
y en pos tuyo ya voy;
tu discípulo soy,
sólo un nuevo aprendiz;
si cometo un desliz,
pues corrígeme hoy;
no me importa el rigor,
te seguiré siempre a ti.

Amén.

4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).

5. Acción

Seguir a Jesús,
y atreverme a anunciarle,
son las acciones a que se me invita en este día;
envíame, y sé Tú mi guía, Señor.
Amén.