Te restituyo lo que es tuyo. Quiero
ser de verdad en tu verdad. Espero .
ver, ya sin ojos, para qué me hiciste.
Si entré en el mundo, porque me metiste
en su vacío de rotundo cero,
quiero zafarme de él, y persevero
en la fe sin medir que me pediste.
... Y viví a medias. Tuve el alma triste
cuando se me salió de tu venero.
Siempre soñé llegar a lo que existe
tras la evidencia. Quiero—ya no inquiero—
lo que esperé, Señor, y tú me diste:
empezar a vivir cuando me muero