1. Lectura
a) Texto del día
Marcos 11,27-33: En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado tal autoridad para hacerlo?». Jesús les dijo: «Os voy a preguntar una cosa. Respondedme y os diré con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme».
Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: ‘Del cielo’, dirá: ‘Entonces, ¿por qué no le creísteis?’. Pero, ¿vamos a decir: ‘De los hombres’?». Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta. Responden, pues, a Jesús: «No sabemos». Jesús entonces les dice: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».
Marcos 11,27-33: En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado tal autoridad para hacerlo?». Jesús les dijo: «Os voy a preguntar una cosa. Respondedme y os diré con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme».
Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: ‘Del cielo’, dirá: ‘Entonces, ¿por qué no le creísteis?’. Pero, ¿vamos a decir: ‘De los hombres’?». Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta. Responden, pues, a Jesús: «No sabemos». Jesús entonces les dice: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».
b) Contexto histórico y cultural
Jesús ha llegado a Jerusalén, la capital religiosa y política de los judíos, ha entrado en el Templo y ja expulsado a los cambistas y vendedores que estaban en su interior, censurando la falta de respeto por el lugar; al otro día las autoridades religiosas, celosas por la admiración que despertaba Jesús, le esperan con las preguntas que le formulan en el texto del pasaje de hoy, las cuales Jesús no responde, sino que les formula una cuestión para meditar.
2. Meditación (para leer lenta y pausadamente; deteniéndose a meditar y saborear cada palabra, cada verso y cada estrofa, relacionándolos con el Evangelio del día y con nuestra vida)
¿Para qué responder a un terco?
¿Para qué responder a un terco
si no va a aceptar la respuesta
por tener obcecada la testa
y el objetivo es sólo un cerco?
Si yo le hago caso me empuerco;
mejor es no darle contesta
pues molesta tanto que apesta,
ya que su hablar es estierco.
¿Para qué responder a un terco
si no va a aceptar la respuesta
por tener obcecada la testa
y el objetivo es sólo un cerco?
Si yo le hago caso me empuerco;
mejor es no darle contesta
pues molesta tanto que apesta,
ya que su hablar es estierco.
3. Oración
Es tuya toda la autoridad
Es tuya toda la autoridad,
es tu Padre quien te da el honor,
los Ángeles te cantan loor,
del Cielo viene tu facultad.
Aún así me ofrece su amistad,
del Cielo y la tierra, el Señor;
Oh mi buen Jesús, viviente amor,
en mi tienes toda potestad.
Amén.
Es tuya toda la autoridad,
es tu Padre quien te da el honor,
los Ángeles te cantan loor,
del Cielo viene tu facultad.
Aún así me ofrece su amistad,
del Cielo y la tierra, el Señor;
Oh mi buen Jesús, viviente amor,
en mi tienes toda potestad.
Amén.
4. Contemplación (en un profundo silencio interior nos abandonamos por unos minutos de un modo contemplativo en el amor del Padre y en la gracia del Hijo, permitiendo que el Espíritu Santo nos inunde. En resumen, intentamos prolongar en el tiempo este momento de paz en la presencia de Dios).
5. Acción
A proclamar el señorío de Jesús en mi vida,
se me invita en este día;
Jesús es Señor, para la gloria de Dios, declaro hoy;
esa es mi acción.
Amén.
se me invita en este día;
Jesús es Señor, para la gloria de Dios, declaro hoy;
esa es mi acción.
Amén.