de corrupciones, drogas y miseria,
de pingües beneficios, de materia,
de lujo, de placer, de paganismo.
La locura del mal, su paroxismo
se ha desatado en carnaval de feria
y el orbe se desangra por la arteria
de la sensualidad, del egoísmo.
¡Qué mundo tan cruel!, ¡qué ingratitudes!
¿No veis que está clavado, que agoniza,
que Cristo va a morir y es inocente?
Valorad esa sangre, multitudes.
Cubramos los cabellos de ceniza,
humillemos al polvo nuestra frente.