Todo amor es tu sombra, Dios viviente,
silenciado fluir que en sueños mana,
perpetuamente, bajo el alma humana,
como pasan las aguas por el puente.
Así mi corazón en la corriente,
siente tu oscuridad, tu fe devana,
y recibe el latir de tu lejana
fuente de vida, cristalina fuente.
Y así en mi soledad de ti soy parte,
que suena silenciada en tu armonía
mientras con valles y montañas giro,
y casi desprendido al contemplarte
en mi íntima visión de lejanía,
piadosamente, las estrellas miro.