A pesar de mis miserias, me acerco a Ti

Del Diario de Santa Faustina
Hoy mi alma se prepara para la Santa Comunión
como para un banquete de bodas en que todos los participantes lucen una belleza inexpresable.
Y yo también estoy invitada a este banquete,
pero no veo en mí esta belleza, sino un abismo de miseria.
Y aunque no me siento digna de sentarme a la mesa,
sin embargo me deslizaré por debajo de la mesa,
y a los pies de Jesús mendigaré al menos las migas que caigan debajo de la mesa.
Conociendo Tu misericordia me acerco a Ti, Jesús,
porque antes faltará mi miseria que se agote la piedad de Tu Corazón.