Dios mío, te ofrezco todas las acciones que hoy realice
por las intenciones del Sagrado Corazón y para su gloria.
Quiero santificar los latidos de mi corazón,
mis pensamiento y mis obras más sencillas uniéndolo todo a sus méritos infinitos,
y reparar mis faltas arrojándolas al horno ardiente de su amor misericordioso.
Dios mío, te pido para mí y para todos mis seres queridos
la gracia de cumplir con toda perfección tu voluntad y aceptar por tu amor
las alegrías y lo sufrimientos de esta vida pasajera,
para que un día podamos reunirnos en el cielo por toda la eternidad.
Amén.