(Del escritor español José María de Horna)
Tengo ganas de llorar.
Tengo ganas de reír
y tengo ganas de amar.
¿Serán ganas de vivir?
Tengo ganas de pensar
y necesito sufrir.
¿Me querré purificar?
Tengo ganas de sentir.
No quiero vivir muriendo.
Yo quiero vivir viviendo,
o bien sufriendo o gozando,
pero siempre palpitando;
con el corazón amando,
y con el amor llenando
lo que en el fondo no entiendo.
Quiero que me dé la vida
lo que yo le quiero dar:
paz, amor, sana alegría,
con Dios constante armonía,
y el deseo cada día
de valer un poco más.