El que no sabe morir mientras vive,
es vano loco:
morir cada hora su poco
es el modo de vivir.
Vivir es apercibir el alma,
para tener la vida muerta al placer
y muerta al mundo, de suerte,
que, cuando llegue la muerte
le quede poco que hacer.
Igual que el sol hay que ser
que, con su llama encendida,
va, acabando y renaciendo
de tantas muertes, tejiendo
la corona de su vida.
Por eso busco el sufrir,
para, como el sol decir
que de la muerte recibo
nueva vida y que si vivo,
vivo de tanto morir.