Dicho de san Felipe Neri:
"Debemos esperar nuestra muerte,
resignarnos a la muerte de nuestros padres
cuando el Señor quiera privarnos de ellos,
y no desear que suceda en otro momento.
Muchas veces es necesario para el bien
de nuestra alma y la de nuestros padres,
que llegue la muerte
en el momento que Dios nos la envíe."