(2 Pedro 3,13: Pero esperamos, según nos lo tiene prometido, nuevos cielos y nueva tierra, en que habite la justicia)
Etéreo anhelo:
pasado el cuerpo,
el alma en vuelo
allá en el cielo;
el bien infuso
en nuevo mundo
donde lo oscuro
ya sea sepulto,
y ver la luz,
la eterna luz,
en plenitud,
la de Jesús;
y ya, sin tiempo,
fe en cumplimiento;
fue más que anhelo:
¡etéreo cierto!