(De "Camino" por san Josemaría Escrivá de Balaguer)
Poco recio es tu carácter:
¡qué afán de meterte en todo!
Te empeñas en ser la sal de todos los platos…
Y -no te enfadarás porque te hable claro- tienes poca gracia para ser sal,
y no eres capaz de deshacerte y pasar inadvertido a la vista,
igual que ese condimento.
Te falta espíritu de sacrificio.
Y te sobra espíritu de curiosidad y de exhibición.