(1a Pedro 2,24 El llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados)
Fue, del terror, instrumento,
maderos de maldición;
de la muerte, el blasón,
temido como esperpento
representando lo cruento.
Como estandarte de Cristo
que el Cielo nos ha provisto,
bendita es hoy la Cruz;
de obscura se tornó luz:
¡con ella, por siempre, existo.
En ella realiza Cristo
su obra de redención;
signo es de salvación
y del amor no antes visto.