Buen samaritano

(Lucas 10,33: Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió)
Como ese viajante extraño
con su voluntad de ayuda,
así se espera se acuda
a todo necesitado.

Pues si pasas por su lado
e ignoras las penas suyas,
si Dios no atiende las tuyas
tú mismo te lo has buscado.

Échale pues una mano,
y aunque él sea tu adversario
conviértete en solidario
como el buen samaritano.

Amén.