Hoy estoy como muerto

(Juan 11,43: Después de decir esto, gritó con voz fuerte: «¡Lázaro, ven afuera!»)
Hoy estoy como muerto;
no, Señor, no es durmiendo;
pesadilla hay, no sueño,
si tu ausencia yo siento;
por mi mismo no puedo
levantarme, ¡estoy preso!;
ven y dame tu aliento
y saldré de este encierro.

Amén.