(Lucas 23,42: Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino»)
Por aquellos que han partido
a la verdadera patria
que sea hoy nuestra plegaria
pues siguen siendo queridos.
Oremos por los amigos,
aquellos de nuestra casa,
ascendientes en la raza,
y hasta por desconocidos.
Que en ese juicio que enfrentan,
de Dios, les venga indulgencia,
y por su inmensa clemencia
les aligere sus penas.
Amén.
Amén.