(Juan 3,34: El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida)
Señor, Tú vienes de arriba
como Palabra de Dios;
contigo me hablan los dos,
y no es para que la escriba,
es más bien que la suscriba
y convertirla en acción;
de Espíritu, dame unción,
que de la fe es el abono,
para, en tu voz, el abandono,
me lleve a la salvación.
Amén.
Amén.