A tu Espíritu que me guía

(Salmo 119,105: Tu palabra es una lámpara para mis pasos y una luz en mi camino)
A tu Espíritu que me guía,
que para llegar a ti es la vía
y que tu bendición rocía,
pido ahora sabiduría
para vencer toda apatía
y despejar duda sombría
para hacer tu Palabra mía,
convirtiéndome, de ella, en bujía.

Amén.