(Marcos 12,9: ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, acabará con los viñadores y entregará la viña a otros)
esos malvados arrendatarios;
aunque maltrataran emisarios
y al Hijo recibieran con riña;
pues con aquella muerte oblativa,
acontecida allá en el calvario,
la viña ahora tiene un sagrario
y ya pasó a ser bien productiva,
pues cambiaron a la directiva
por otra fiel a su propietario.