(Lucas 6,41: ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?)
¿Por qué juzgo tanto?
Oh, Señor, controla
ojos, mente y boca,
con los que quebranto;
y así evito el llanto
del hermano ahora,
y el mío en mi hora;
¡yo quiero ser santo!
Amén.
Oh, Señor, controla
ojos, mente y boca,
con los que quebranto;
y así evito el llanto
del hermano ahora,
y el mío en mi hora;
¡yo quiero ser santo!
Amén.