(Juan 21,15: Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?». El le respondió: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos»)
Soy oveja del rebaño,
apaciéntame, Simón,
al pasto de salvación
condúceme, tú, sin daño.
condúceme, tú, sin daño.
Protégeme del extraño
cuando se torna en agresor;
también de cualquier impostor
que se acerque con engaño.
Como a Jesús has amado,
que me ames, pide el Señor;
el te ha nombrado pastor
y te puso a mi cuidado.
Que le sigas, te ha llamado
con amor el Buen Pastor;
sigue en pos de Él tu labor,
y llévame hasta su lado.
Amén.
Amén.




 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
