¡Ánimo! ¡Cuánto lo necesitamos!

(Juan 16,33: Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo)
¡Ánimo! ¡Cuánto lo necesitamos!
tanto en el festejo, como en la prueba
no dejemos que la esperanza muera,
pues, que no haya paz, lo procura el diablo;

aunque él, de la maldad es el amo,
ya, a su embate, tenemos defensa;
contigo, ya no seremos su presa,
porque contra él, Señor, has triunfado.